«Es importante saber, para que dejen de engañarnos»

Durante la Campaña Pobreza Nunca Más – Actuar Todos por la Dignidad, ATD Cuarto Mundo impulsó la escritura de historias de resistencia y cambio, de luchas colectivas que muestran que si las personas se unen pueden lograr que la miseria retroceda.
Historias de resistencia que ponen en evidencia que la miseria se puede evitar.
Esta historia está escrita por Marie Anne Razafindrafara y Denis Gendre (Madagascar).

Cuando perdí a mis padres, me confiaron a mi abuela que pensó que, al ser una niña, no era necesario que fuera a la escuela. Siempre he querido aprender a leer y escribir y siempre he esperado poderlo hacer. A los diez años empecé a trabajar como interna en casas ajenas. Hice esto hasta que me casé, a los dieciocho años. Al principio vivimos en el medio rural con nuestros cinco hijos, antes de venir a Antananarivo donde mi trabajo era lavar ropa para otras personas. Un día, una persona me acusó de haber robado ropa. Se aprovechó de mi ignorancia para abusar de mí, para realizar una acusación falsa y tratarme como una ladrona. Por su culpa perdí el trabajo y entonces no tenía recursos suficientes para inscribir a mis hijos en la escuela. Únicamente después de que MMM me contratara los pude inscribir de nuevo.

A pesar de vivir muy cerca del proyecto MMM, no lo conocía. Una vecina me informó que contrataban gente, pero no me atrevía a venir a inscribirme puesto que era analfabeta y ella me impulsó a hacerlo. Me explicaron que MMM contrataba sobre todo a personas en situación de extrema necesidad y que, además de la labor artesanal, había clases de alfabetización. Eso es lo que realmente me motivó. Cuando supe que me habían admitido, ¡estaba muy contenta!.

Sin embargo, al cabo de un mes estuve a punto de abandonar pues los demás trabajadores se burlaban de mi ignorancia. Afortunadamente, una de las personas responsables del proyecto me motivó a continuar, me decía que MMM estaba concebido para personas como yo. Me quedé, me esforcé mucho en aprender todo lo que nos enseñaban y lo conseguí; contrariamente a quienes decían que yo era incapaz. Los formadores me motivaron mucho, me decían que lograría hacer lo que me pedían aunque encontrará múltiples obstáculos. Me esforcé por aprender porque nos decían que nuestros logros nos aportarían una gran satisfacción. He conseguido aprender todo lo que me enseñaban y por ello hasta el final he seguido en MMM.

Ahora sé leer y escribir y nadie más podrá abusar de mí.

  • Es importante  saber, para que dejen de engañarnos. El hecho de saber leer y escribir ha aportado grandes cambios a mi vida.

Mis hijos están orgullosos; dicen que su madre ya no es como antes, que sabe cosas. He aprendido a controlar y a medir lo que digo. Antes, solía gritar y hablar duramente, ahora ya no. Mi marido ha podido ver que he aprendido a debatir. Antes, no me atrevía a dialogar porque no tenía suficiente confianza en mí misma. Llevaba siempre un gorro que me tapaba los ojos, pues me avergonzaba hablar con personas desconocidas. Ahora, sin embargo, he adquirido más confianza y en los debates me atrevo a decir lo que pienso.

No nos atrevemos a hablar porque no sabemos nada. Cuando sabemos, cuando conocemos, ya no tenemos miedo.

Las personas del vecindario que antes se burlaban de mí dicen que mi vida ha cambiado y ahora vienen a verme buscando ayuda. Mis hijos son la envidia de los demás porque van a la escuela.

Para saber más, visite el blog 1001 Historias de Resistencia